Las franquicias de servicios de transporte son una de las partes vitales para el comercio electrónico. Las ventas por Internet han crecido exponencialmente en los últimos años y todo hacer pensar que seguirán haciéndolo, generalizándose e incluso desbancando al comercio tradicional de venta física. Por tanto, los envíos deben ser cada vez más rápidos, efectivos y seguros.
Las compras por Internet han llegado para quedarse. Un negocio redondo que beneficia tanto al consumidor, que tiene al alcance de su mano todo tipo de productos sin moverse de casa, como al vendedor, que incrementa su volumen de negocio y su facturación con las ventas digitales, más allá de las ventas en el punto físico.
Según el Observatorio Sectorial DBK de Informa, la prestación de servicios de almacenamiento, transporte y distribución por parte de franquicias vinculados a operaciones comerciales en Internet generó en 2016 un volumen de negocio de 1.100 millones de euros, alcanzando por segundo año consecutivo una tasa de variación del 15%.
El dinamismo de las ventas en línea ha motivado un aumento sensible del número de operadores logísticos y franquicias de transporte presentes en este ámbito, así como la creación de divisiones específicas para atender el fuerte crecimiento previsto de este tipo de operaciones.
Cada vez es más habitual también que los operadores cuenten con redes de puntos de recogida y taquillas automáticas, bien propias o pertenecientes a empresas con las que siguen acuerdos. Así, no es de extrañar que las franquicias logísticas presentes en este negocio acusen una alta y creciente rivalidad, destacando la notable presión sobre los plazos de entrega, el precio de los envíos y la gestión de las devoluciones.
