Cuando pensamos en personas que han logrado amasar una gran fortuna que se traduce en miles de millones de pesos es fácil pensar qué gastar para comprar un auto o una casa es prácticamente nada comparado a la fortuna que poseen, pero ese pensamiento es el que nos mantiene siendo solo admiradores del éxito de los demás.
Todos alguna vez hemos escuchado el pensamiento de algunas personas de que si estamos obteniendo mucho éxito es porque algo nos va a quitar la vida, o que lo bueno no viene por sí solo sino porque existen algunas personas detrás de nosotros que nos han impulsado a lograr nuestros objetivos de formas no tan honestas, pero ese pensamiento es el común denominador de las personas que siguen siendo trabajadores y peones de grandes empresas, personas que no se superan a sí mismos y que por lo tanto no encuentran más allá de su propia envidia, lo que sí es cierto es que al ganar y conseguir nuestros objetivos adquirimos una gran responsabilidad, la de ayudar a las personas que más lo necesitan y no es simplemente regalar dinero o despensas a las personas que se ven que lo necesitan, se trata de hacer un ejercicio de conciencia en el que valoremos todo lo que tenemos para que así podamos entender el sufrimiento de las personas que no tienen nada y que por más que lo intentan siguen teniendo lo mismo, de ahí viene la frase icónica de ganar en silencio y ayudar en el anonimato, esta debería ser la filosofía de vida de muchas personas millonarias, empresarios exitosos e incluso celebridades que han amasado una gran fortuna pero a veces el deseo de seguir teniendo más es más fuerte que el deseo de ayudar a las personas que no tuvieron las mismas oportunidades.
El ayudar es muy importante, pero más importante es seguir generando más éxito y más ganancias para poder seguir ayudándonos a nosotros mismos para poder ayudar a los demás, cuando encuentres el equilibrio entre estas dos cosas podrás decir que estás completamente realizado.
